Cómo encontrar a un (buen) reformista y 9 sitios donde buscarlo

Bienvenidos al salvaje oeste. El maravilloso mundo de las reformas es como adentrarse en un universo paralelo en el que, siento decirte, difícilmente se puede salir airoso.

Sin embargo, elegir a un buen reformista es clave para que nuestras inversiones sean exitosas. Y de eso vamos a hablar hoy.


"Encontrar buenos socios es la clave del éxito en cualquier cosa:

en los negocios, en el matrimonio y, especialmente, en las inversiones."

Robert Kiyosaki.


-Hola Juan, acabo de comprar una vivienda y necesito que me prepares un presupuesto.

-Claro, ¿te iría bien si nos vemos la próxima semana y me cuentas?

-Estupendo. Te paso la dirección de la vivienda por Whatsapp.

-Lo único es que no podría empezar la reforma hasta dentro de 2 meses. Ah, y los precios han subido bastante desde la última reforma que hicimos.


Si esta historia te suena, ponte cómodo y disfruta. Vamos a tratar de convertir esta historia de terror en un cuento con final feliz.

A lo largo de las siguientes líneas te explicaré todos mis trucos para trabajar con un buen reformista y, además, te daré algunos detalles que deberías tener en cuenta si no quieres fracasar en el intento.

Spoiler: si pretendes trabajar con el mejor reformista de tu ciudad, despreocuparte de toda la reforma y obtener un presupuesto ajustado que te permita ganar mucho dinero con tus inversiones, lo llevas crudo. Muy crudo.

La elección de nuestro reformista pasa por encontrar el fino equilibrio entre un presupuesto ajustado que encaje en nuestra inversión y las dificultades que pueda comportar determinado perfil de reformista.

La siguiente ecuación no deja espacio a la duda --> A mayor presupuesto, más tranquilo estarás y mayores garantías puedes tener de que la reforma se ejecute según lo acordado.

Claro que habrá excepciones a esta ecuación en las que puede que pagues mucho y recibas un mal servicio. Estas excepciones son las que evitarás si sigues todos los consejos que te daré a lo largo de esta guía.

¡Empezamos!

Nuestro objetivo es encontrar a un reformista que se convierta en nuestro socio

¿Qué significa que haya reformistas buenos y otros no tan buenos?

Esta pregunta podría aplicarse a cualquier ámbito de los negocios. Hay empresas que trabajan mejor y dan un buen servicio, mientras que hay otras empresas que, sencillamente, dan mal servicio. Entremedio, podemos encontrar infinitas tonalidades de grises.

Es de esperar que el precio de cada una de ellas evolucione en un sentido u otro, en paralelo a la calidad del servicio ofrecido.

El mundo de las reformas no es distinto y es importante que lo entiendas.

Veamos un ejemplo con el que te sentirás identificado.

¿Crees que todo el mundo necesita un teléfono de 1.400€ para su día a día? Por supuesto que no.

Habrá situaciones en las que pueda estar justificado ese gasto. Sin embargo, por regla general quien compre un teléfono de ese importe haría prácticamente lo mismo con uno de 300€.

¿Es mejor el teléfono de 1.400€ que el teléfono de 300€? Sin lugar a dudas.

Con este símil, quiero hacerte ver que no siempre necesitaremos contratar el mejor servicio y por consiguiente, el más caro. Esto cobra especial relevancia en el mundo de las inversiones.

Estamos buscando el fino equilibrio entre un buen resultado y un coste moderado. ¿Cómo encontraremos ese fino equilibrio?

La respuesta solo puedes encontrarla tú mismo, teniendo en cuenta variables como los números de tu inversión, el potencial comprador de la vivienda que vas a reformar y sus necesidades, la confianza que tengas en un reformista más o menos económico que conozcas previamente...

Por pura lógica, aquellas empresas que trabajan mejor y necesiten de una menor atención por nuestra parte, cobrarán precios más elevados, mientras que las empresas más chapuzas, que entregan el trabajo fuera de plazo, que cometen errores y debes perseguir para que vayan a tu obra todos los días y cumplan con el plazo pactado, serán más económicas.

Pero entonces, ¿Qué perfil de reformista nos interesará?

Como inversores no nos interesará trabajar con ninguna de las empresas ubicadas en ninguno de ambos extremos: ni las más caras porque harán que nuestros proyectos no sean rentables, ni las más económicas porque te harán pasar por los meses más largos de tu vida.

Créeme que un mal reformista puede complicarte la existencia hasta el punto que desees abandonar tu aventura como inversor inmobiliario. Y eso, querido amigo, es algo que no me gustaría que te ocurriese por nada del mundo.

El día que hagas una reforma para tu casa, no te digo que no. Mírate a ese reformista caro, que utiliza los materiales de primerísima calidad y trabaja fino filipino.

Oye, y lo mismo ocurrirá si reformas una vivienda para el bonito Sant Gervasi de Barcelona o el elegante barrio de Salamanca en Madrid. Ahí no escatimes ya que tu potencial comprador lo valorará hasta el punto de estar dispuesto a pagar el coste de dicha reforma.

Ahora bien, si lo que pretendes es reformar una vivienda en un barrio obrero, más te vale que ajustes bien los números o tu potencial comprador no se interesará por tu vivienda.

¿Qué tipo de reforma vas a hacer?

No es lo mismo que quieras cambiar un par de lámparas y un mueble del baño, a que vayas a remodelar por completo la Sagrada Familia.

Hay autónomos individuales que pueden valerte para lo primero, y luego hay empresas con un gran equipo y mucha experiencia que cuentan con personal de alto nivel de cualificación, equipo técnico, arquitectos, electricistas y todo lo que puedas necesitar para una obra de mayor nivel.

Según lo que necesites, podrás optar por un perfil de reformista u otro.

Por experiencia propia, las grandes empresas suelen tener mayores costes y por consiguiente ofrecen presupuestos menos ajustados. Por otro lado, la comodidad de trabajar con este perfil de empresas te ahorrará mucho trabajo y te dará tranquilidad.

En el extremo opuesto, si te va la marcha y te dispones a hacer una gran reforma, siempre puedes optar por contratar al pequeño reformista autónomo y coordinar tú a los distintos profesionales que vayan a intervenir a lo largo de la reforma y ahorrarte así unos buenos euros de la reforma.

Eso sí, mucho cuidado con optar por esta opción si no tienes experiencia ni dispones de tiempo. Es cierto que te ahorrarás dinero, del mismo modo que tus problemas y el tiempo que deberás dedicarle se incrementarán exponencialmente.

¿Cómo elegir a un buen reformista?


Ahora que ya tenemos bien enyesados y colocados los puntos sobre las "ies", hablemos claramente de lo que está en nuestras manos para centrar el tiro en la selección de nuestro reformista.

Algunos dirán que el resultado no siempre dependerá de nosotros. Es cierto, pero también lo es que en buena medida sí que podemos minimizar riesgos.

La primera pregunta que debemos hacernos es: ¿podemos contrastar la reputación del reformista con alguien de confianza? 

Uno de los puntos que mayor garantía puede darte es si consigues validar cómo trabaja el reformista. Ya sea porque conoces a alguien que haya trabajado con él previamente y te dé buenas referencias o, sencillamente, porque le pides que te muestre algún trabajo que esté realizando (y aproveches para hablar con el propietario).

Trata de averiguar si sus anteriores clientes han quedado satisfechos, si ha cumplido con los plazos acordados o si ha habido en todo momento comunicación fluida.

Si no tienes ningún reformista con buenas referencias, no te preocupes ahora por eso porque al final del artículo te dejaré 9 ideas de dónde puedes encontrar a tu próximo reformista de cabecera. Estoy seguro de que algunas de estas ideas te sorprenderán, pero te aseguro de que funcionan...¡vaya que si funcionan! De esto ya hablaremos más adelante...

Veamos primero esas preguntas que, sí o sí, deberás hacerle a esos reformistas candidatos a convertirse en tus socios en esta maravillosa aventura. 

Preguntas que deberás hacerle al reformista antes de contratarlo:

¿Cuánto tiempo hace que te dedicas a hacer reformas? 

Lógicamente nos interesa conocer si tiene mucha experiencia o por el contrario hace poco que se ha lanzado a esta aventura.

¿Cómo os estructuráis legalmente (si es autónomo o SL) y cuántas personas trabajan para ti?

Tratamos de averiguar si tira de otros autónomos o si tiene a todos los gremios dentro de su empresa. Lo 1º es posible que encarezca el presupuesto, pero no por ello debes descartarlo.

En mi caso trabajo con buenos autónomos que subcontratan servicios y no se encarece en exceso el presupuesto final. Es un término medio entre trabajar con una empresa que tenga todos los profesionales o encargarte tú de contratar y coordinar a cada profesional individualmente.

¿Va a utilizar a otras empresas para algún trabajo en concreto? 

Enlazándolo con la anterior pregunta, quieres asegurarte de cómo va a organizar el trabajo. Si fuese el caso de que vaya a subcontratar, debes saber que es posible que la reforma se encarezca y que no controle tan bien la coordinación entre los distintos profesionales (esto se traduce en mayor demora al terminar la obra).

¿Tiene seguros y la documentación en regla? 

Si quieres échale la culpa a tu gestor, pero dile que vas a pedirle la documentación antes de empezar a trabajar. Es importante que esté todo en regla, porque en caso contrario ante un incidente podrías tener que responder tú mismo por su irresponsabilidad.

Más adelante te daré el detalle de qué documentación deberás pedirle y cómo comprobar que cumple con la legalidad.

¿Con qué periodicidad cobra por su trabajo? 

Las reglas claras y el chocolate espeso. Así que mejor saber de qué pie calzamos desde el minuto 1.

Queremos asegurarnos de que no se va a largar en medio de la reforma con todo nuestro dinero y dejarnos tirados a medias.

Si te piden un 50% por adelantado (y no os conocéis previamente), niégate. No serías al primero al que le cobran ese 50% y luego no aparecen por la obra. Yo suelo pagar entre un 20% y un 30% para que puedan ver mi buena fe y con eso puedan comprar los primeros materiales.

Recuerda que los reformistas también se encuentran con propietarios que no pagan, así que hay que buscar un término medio que convenza a las 2 partes. Luego a medida que va avanzando la obra y puedes certificarlo, vas dándoles progresivamente todo el dinero.

Ojo, guárdate siempre algo hasta que esté 100% como debería estar. Por experiencia propia te digo que los últimos detalles son los que más cuesta que terminen, así que si todavía les debes algo, eso te ayudará a acelerar el final de obra.

¿Cómo y cada cuánto nos irá informando de la evolución de la obra? 

Esto tiene especial relevancia si vives lejos y no puedes pasarte por la obra. Si no es el caso, debes dejarte caer un par de veces por semana. Idealmente, no es necesario que les avises siempre de tus visitas.

Si vives lejos o tu ritmo de vida no te permite acercarte a la obra con tanta periodicidad, puedes hacerlo con vídeos e imágenes mediante el teléfono o como vosotros lo acordéis. Incluso puedes pedirle a alguien de tu confianza que haga esas visitas y le pagas por ello.

¿Cuántos trabajos estás haciendo ahora mismo? 

Bien, te interesa saber si va a ir repartiéndose entre distintas reformas o va a dedicarse en exclusiva a la nuestra. Esto es algo que ocurre habitualmente y, a la que te has despistado, se pierden unos días haciendo otro trabajo, lo que retrasa tu obra.

¿Cómo formalizaremos el trabajo? 

Hay muchos reformistas que no firman ni siquiera un contrato. Tú debes pedir que se firme uno, especialmente si es la 1ª vez que trabajáis juntos. Este documento os protegerá a ambas partes ante posibles desavenencias.

En el peor escenario, o si ya os conocéis de otros trabajos, debéis firmar un documento de entrega de llaves donde se deje claro que él toma la posesión de la vivienda para realizar una reforma.

Exigencias que deberá cumplir la empresa constructora:

Hay unos mínimos que debes exigirle al autónomo o empresa que vayas a contratar. Si no cumplen estos mínimos, te desaconsejo que trabajes con ellos a pesar de los bajos costes que puedan aplicarte.

En concreto, deben cumplir lo siguiente:

  •  Deberá estar dado de alta y al corriente de Hacienda y la Seguridad Social
  • Deberá disponer de un seguro de responsabilidad civil (y demostrarte que está al corriente de pago)
  • Debe estar inscrita en el REA (Registro de empresas acreditadas). Puedes consultar si realmente está inscrita con su CIF AQUÍ

9 sitios donde encontrar a un buen reformista

Si me conoces desde hace tiempo, es posible que hayas escuchado hablar de Zona3. Y si conoces Zona3, es posible que estés dentro. En ese caso puedes ir a la Base de Datos que estamos alimentando entre todos y mirar si hay algún reformista en tu zona. Yo mismo acabo de contactar con uno de esa base de datos con el que presiento que nos vamos  a entender muy bien.

Si no tienes a mano esa base de datos, no te preocupes. A continuación te voy a contar 10 sitios donde podrás ir a buscar a tu próximo reformista molón. Y por molón ya me entiendes: el que trabaja bien y además lo hace a un precio ajustado.

¡Vamos allá! Verás que algunas de las ubicaciones te sorprenderán. Créeme que si te las pongo, es porque yo mismo las he utilizado con éxito ????

1. En Instagram

Como lo lees. Empezamos fuertes. Pero es que resulta que 2 de mis 3 reformistas de cabecera los he encontrado en Instagram. 


Si, ya sé que suena poco profesional y un poco raro. Pero es la verdad y yo aquí he venido a contaros las cosas tal y como yo las vivo. Luego ya cada cual que decida el camino que desea recorrer. 


No te imagines que yo estaba buscando a un reformista en Instagram. Sencillamente la red social me mostró algunos perfiles de mi zona que detectó que podrían interesarme. Resulta que estos reformistas colgaban sus "antes y después" y me llamaron la atención. Eran perfiles "poco profesionales" (intuí que no serían especialmente caros), pero me gustaba el perfil de reformas que hacían. Era exactamente lo mismo que yo estaba haciendo, así que los contacté y ya son unas cuantas las obras que hemos hecho juntos.

2. Por recomendaciones

Si ya tienes algo de experiencia en el mundillo de las inversiones inmobiliarias, o incluso si estás empezando pero ya tienes algunos contactos, puedes preguntarles por empresas de reformas que puedan recomendarte.


Pienso que la misma inmobiliaria a la que compres tu primera vivienda como inversión, puede ser un buen punto de partida para conseguir a tus primeros reformistas. 

3. El boca a boca digital (recomendaciones 2.0)

En línea con el anterior punto, y aunque las inversiones inmobiliarias traten de relaciones humanas, no podemos olvidarnos de que estamos en el siglo XXI.


Así que si llevamos el “boca a boca” al mundo digital, podríamos hablar de plataformas como Habitissimo (y otras similares) que unen a clientes con reformistas.


Tú debes indicar qué quieres hacer y los mismos reformistas te contactarán ofreciéndote sus servicios. Lo mejor de estas plataformas es que verás la valoración que han dado otros clientes a esas empresas.

4. En Google Maps

Recuerdo a un buen amigo que me pidió el contacto de un reformista para que le cambiase la caldera de una vivienda que tenía en alquiler. Mi reformista le dijo que tardaría unos días y él tuvo que buscarse la vida.


Hizo lo que muchos hubiésemos hecho ante la falta de contactos y experiencia en el sector. Se fue a San Google y este le ofreció una lista de especialistas en su zona. Él se limitó a ver las valoraciones y a elegir el que más le convenció. Acertó el tiro y yo mismo le pedí ese contacto para futuros trabajos.

5. De otras obras

Si te dedicas al mundo de las inversiones inmobiliarias, tu cabeza siempre está conectada. Esto te permite fijarte en detalles que para otros pasan desapercibidos. 


Esto me ocurre a mí cuando veo que hay algún reformista en edificios donde yo tengo alguna vivienda alquilada o en mi mismo edificio. Si esto ocurre, no pierdo la ocasión de entablar una conversación con ellos y, si puedo, colarme dentro de la reforma para ver cómo trabajan.

6. De la calle

A estas alturas ya debes saber que las inversiones inmobiliarias son un negocio de personas. Y como buen negocio de personas, muchas oportunidades están esperándote en la calle. 


No es distinto con los reformistas. No te negaré que yo mismo he hecho una foto a alguna furgoneta de reformistas que me he cruzado y de la que me ha llamado la atención el mensaje que tenían puesto en ese cartel publicitario con ruedas.


Fíjate en el estado de la furgoneta, el diseño de impresión del anuncio o en cualquier otra sutileza que veas. Podrás sacar mucha información que te orientará sobre qué tipo de reformista es.

7. En el bar

Ayyy el bar. Mira, yo no soy mucho de bares, aunque cada día me dejo caer en uno a desayunar. Bueno, mirándolo así quizás sea más de bares de lo que creo.


Lo bueno del bar es que puedes ir, desayunar e irte sin pena ni gloria o, por el mismo precio, irte con un par de buenos contactos para tu próxima reforma. 

8. Colegas de tu reformista de cabecera

Fíjate que hoy en día los reformistas están hasta arriba de trabajo. Tanto es así que muchos reformistas que hasta hace poco iban por libre, ahora colaboran con otras empresas para poder abarcar más trabajo y no tener que decir "no" a muchas peticiones de presupuesto que reciben.


Si el reformista es alguien con el que ya tienes confianza, puedes pedirle ayuda para encontrar a nuevas empresas con las que trabajar.

9. De otros inversores

Fíjate que no es necesario estar en ningún Club de inversores (si algún día quieres estar en uno, no dudes que en Zona3 tendrás tu casa ????). Hoy en día gracias a las redes sociales todos conocemos a algún inversor, así que puedes preguntarle si conoce a reformistas de los que pueda darte referencias.

El contrato: lo que os unirá hasta el fin de la obra

Una vez hayas elegido a un buen reformista para tu proyecto, deberéis formalizar vuestro acuerdo en un contrato que refleje lo que hayáis acordado y os dé suficientes garantías a ambas partes.

Establecer un buen contrato es importante para ambas partes: es bueno para el reformista y es bueno para la propiedad. Tener un contrato firmado con las cláusulas necesarias podrá evitar retrasos incómodos, sobrecostes y muchos conflictos que puedan aparecer a lo largo de la obra.

Hay quien deja por escrito penalizaciones diarias en el supuesto de que la reforma se termine más allá del plazo pactado. Y hay quien va más allá, y pone primas para incentivar que ocurra lo contrario y la obra finalice antes.

Si dudas acerca de qué poner en este contrato, lo mejor es que busques a un buen abogado para que te elabore ese primer contrato. Lo contratarás una vez y ya tendrás el documento que te protegerá para todas y cada una de las obras que harás en el futuro.

Una última reflexión

Del mismo modo que nos disponemos a exigirle unos mínimos a la empresa constructora que vayamos a contratar, debemos tener en cuenta que ellos también van a necesitar ciertas garantías por nuestra parte.

Esto no solo va de exigir. Debes exigir y dar lo mismo que exiges. 

No dudo de que seas la persona más seria del mundo y un excelente pagador. Pero si no te conocen, piensa que todas las empresas con las que vayas a trabajar se han cruzado antes con clientes a los que les ha costado cobrar. Si alguien puede darles referencias tuyas, seguro que te facilitará mucho el camino.

La confianza deberá darse en ambas direcciones. Los reformistas también necesitan elegir bien a sus compañeros de viaje, no solo para asegurarse el cobro, sino para crear vínculos duraderos a largo plazo con personas como tú y como yo, que les vayan suministrando trabajos constantes.

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    1. Muchas gracias Javier!

      Las cosas claras y el chocolate espeso 😛

      Es muuuuy difícil de encontrar,y cuando lo tienes, constantemente dudas de él. A mi por lo menos me pasa eso…sé de que pie cojean mis reformistas, pero aún así, me cuesta en ciertas situaciones

      Un abrazo.

    1. Alberto!

      Se agradecen doblemente estas palabras viniendo de ti.

      Eres la referencia en cuanto a artículos sobre el sector inmobiliario.

      un abrazo!

  1. Germán! Como siempre una pasada de artículo, gracias por lo que haces. Ahora mismo me viene al pelo pq estoy metido en una operación y cuando firme quiero delegar todo y buscar a una buen@ reformista con la que no tener problemas. Gracias por los consejos. Un abrazo

    1. Hola Rubén!

      Muchísimas gracias 🙂

      ánimos con esa operación, y suerte con la búsqueda de ese reformista. Justo estoy yo ahora haciendo «casting» y no veas lo difícil que es encontrar el equilibrio. Tengo presupuestos para lo mismo desde los 10.900€ hasta los 40.000€, un disparate.

      Un abrazo!

  2. Querido Germán, tan generoso como siempre. Información valiosisima, porque si, a quien conocemos pocos y ya hemos hecho alguna reforma podemos afirmar que es posiblemente con la vivienda comprada el tema más importante, D. Reformista! Todo un dolor de cabeza ! Jjjj
    Gracias amigo!

  3. ¡Buenisimo!

    Super importante lo del reformista.

    Espero empezar pronto mi primera reforma y, en mi caso, se lo dije a la inmo e hicimos la primera visita con los reformistas.
    1) me dio mucha tranquilidad que estuvieran alli y vieramos el piso juntos. De verdad que la experiencia me gustó mucho porque repasé con el todas mis dudas.
    2) el reformista colabora con la inmobiliaria así que entiendo que trabaja bien.
    3) elpresupuesto me lo envio al dia siguiente y el precio está muy correcto.

    Ahora veremos como trabajan.

    Tendré en cuenta todos tus consejos y estoy segura que, aunque novata, todo saldrá "optimamente" bien, jajaja!

    Gracias Germán!

  4. Me encantó tu publicación, muy al detalle, para que todo quede claro. Gracias por tomarte el tiempo de escribir y de esa manera abrirnos los ojos. Gracias Germán

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